La tecnología de impresión 3D supera el reto de la escalabilidad industrial

La innovación de centros tecnológicos y pujantes startups ha consolidado la fabricación aditiva en la estrategia de todos los sectores fabriles

La impresión 3D es una parte de la tecnología más amplia denominada fabricación aditiva, en la que mediante distintas técnicas es posible crear un objeto tridimensional con un software y un hardware. Una tecnología que sigue en auge y ya está muy instalada a nivel industrial, superando el reto inicial de la escalabilidad. «La fabricación aditiva llega a todos los sectores industriales y a todos los materiales. Es un momento muy motivador para el sector», indica Juan Antonio García Manrique, director del Instituto de Diseño y Fabricación (IDF) de la UPV. «Se empezó a popularizar en 2015, cuando se liberaron las patentes», añade. Hasta entonces, la maquinaria era muy cara y estaba fuera del alcance de muchas empresas y universidades.

Ahora la situación es bien diferente. «La tecnología ya es rentable, se ha desarrollado el software y hay profesionales muy preparados. Una vez que todo fluye, se ha disparado su uso. Ha cambiado también el concepto de inversión en industria, a nivel europeo es posible invertir en máquinas caras», explica Fernando Blaya, profesor e investigador en la Escuela Técnica de Ingeniería Industrial de la UMP.

Son muchas las ventajas que trae la fabricación aditiva. «Nos permite pasar del diseño conceptual a la fabricación, reducimos los tiempos a una décima parte, sobre todo en lo referente a los moldes. Y lo más bonito es que es totalmente sostenible, solo gasta el material que necesitas. Además, usamos materiales reciclables y reutilizables», cuenta García Manrique. En el instituto que dirige cuentan con alrededor de 20 impresoras, la más cara por valor de 200.000 euros, que permite imprimir piezas de gran tamaño. «Con este tipo de equipos hacemos piezas con las mismas propiedades mecánicas que el plástico original, algo que no pasa con las impresoras pequeñas», puntualiza.

Blaya resalta el potencial de esta tecnología, «un modelo estupendo, de oportunidades y de proyectos. Invertir en el sector te genera un sistema productivo rentable». Asegura que en la industria «no hay centro de diseño que no trabaje así. La impresión 3D te permite relocalizar la industria, volvemos a ser competitivos en Occidente». En el caso de España, cree que a nivel de conocimiento estamos a primer nivel y «hay muchas empresas que han surgido en todas las partes geográficas capaces de generar los productos». Además, las grandes empresas están cambiando su forma de fabricar por impresión 3D.

Hay ejemplos de éxito, empresas que en pocos años han revolucionado el sector de la fabricación aditiva a nivel mundial. Entre ellas BCN3D, multinacional española con sede en Barcelona, que utiliza la tecnología de impresión 3D FDM/FFF de deposición de material fundido. Crea piezas tridimensionales capa a capa mediante un conjunto de diferentes filamentos termoplásticos que funden a una determinada temperatura en sus impresoras 3D, fabricadas por ellos mismos para crear piezas finales, prototipados, etc. «BCN3D está en el segmento profesional, nuestros clientes son industrias de distintos sectores como automoción, aeroespacial, diseñadores de producto, creativos que utilizan la impresión 3D para impulsar su creatividad», indica Xavier Martínez Faneca, CEO de la compañía.

Nacida en 2019 de una spin off de la Universidad Politécnica de Cataluña, han creado desde entonces cuatro productos: tres impresoras 3D profesionales de la serie Epsilon y una de escritorio Sigma y un ‘smart cabinet’ para almacenar filamentos. «Hemos demostrado que seguimos innovando y que cada vez más sectores profesionales e industriales demandan servicios de impresión 3D para agilizar sus procesos de fabricación a un precio asequible y recortando tiempos y ahorros en la creación de sus piezas respecto de otros procesos mecanizados», destaca.

El 2 de marzo anunciaron una nueva tecnología de impresión 3D en el mercado que se llama VLM y está patentada y basada en resinas de alta viscosidad. «Pretendemos revolucionar el mercado industrial mundial con esta nueva tecnología que dará más autonomía de fabricación a industrias de todo el mundo», cuenta el CEO. Va a permitir también a las industrias fabricar localmente. Entre sus clientes en FFF/FDM están: Nissan, Seat, BMW, Camper, la NASA, el MIT… y entre los clientes de la nueva tecnología VLM se encuentran Saint-Gobain y Prodrive.

En 2018 la startup asturiana Triditive presentó Amcell, una máquina industrial automatizada de impresión 3D única en el mercado que permite escalar la producción y además, fabricar al mismo tiempo polímeros y metales. «Triditive es la primera línea de defensa ante la rotura de stocks, ha desarrollado una plataforma de software que permite a los fabricantes digitalizar los inventarios y gestionar de forma automatizada la fabricación, para conseguir que sea rápida y local», explica Mariel Díaz, CEO de Triditive.

Actualmente han lanzado dos máquinas al mercado, «Amcell8300, totalmente automatizada para fabricación en serie de metales y polímeros, enfocada en escalar producción, y Amcell1400 para la fabricación de piezas de grandes dimensiones», añade. De esta forma se han convertido en referencia en la automatización y escalabilidad de la fabricación aditiva para permitir una integración rápida y eficiente en la línea de producción, «creando de esta manera lo que nosotros llamamos las fábricas del futuro, con tecnología que permita fabricar eficientemente de manera local», puntualiza la joven ingeniera, natural de Colombia.

Entre sus logros más recientes está el de la alianza firmada con Foxconn, el gigante taiwanés de la electrónica, para desarrollar una impresora 3D con la tecnología Binder Jetting, siendo el único fabricante europeo en hacerlo. «Es una de las tecnologías más prometedoras de fabricación aditiva. Permite fabricar piezas de geometrías más complejas en diferentes tipos de metales de manera más sencilla y rápida. De esta tecnología se espera un crecimiento del 30% para el 2024», avanza Díaz. Lo que diferencia a esta tecnologia sobre otras en el mercado es la escalabilidad de la producción y la reducción de costes en la fabricación de piezas metálicas. Son pasos decididos hacia la escalabilidad en un sector llamado a revolucionar la industria.

 

Fuente: ABC.es

Por |2022-05-23T16:00:16+02:0023 de mayo de 2022|Noticias|0 Comentarios

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